La Educación Tecnológica en nuestro país, continuamente motiva cambios estructurales que repercuten en la reordenación de la política educativa del nivel medio superior, hacia una modernidad que contrarreste el rezago científico tecnológico originado por el fenómeno de la globalización.
El Bachillerato Tecnológico está organizado con los componentes de formación básica, propedéutica y profesional; los cuales se articulan para que de forma integral los Estudiantes interactúen en la sociedad, apoyándose del conocimiento adquirido, desde la postura de la sustentabilidad y el humanismo para el desarrollo de los individuos.
El componente de formación profesional tiene como propósito estructurar una oferta organizada y racional de las carreras de Servicios, mismas que se determinan con base en la identificación de procesos de trabajo similares; y pueden ser definidos en función del objeto de transformación y las condiciones técnicas , así como organizativas que las determinan.
Las carreras de formación profesional evolucionan de manera continua, en respuesta a las demandas sociales y productivas del Estado de México. Cada carrera técnica está diseñada a partir de las competencias profesionales básicas y extendidas que corresponden a sitios de inserción laboral a los que se dirige, y en todos los casos, se incluye el cumplimiento de las normas de seguridad e higiene, así como de protección al medio ambiente, contribuyendo con ello al desarrollo de la entidad.